lunes, 29 de julio de 2013

En la Oscuridad

En la oscuridad, vos y yo somos los mismos. En esta distancia que nos une mucho más de lo que nos aleja, en este hablarnos así, tan lento, este esperarnos para ver si nos vemos sin vernos y sin embargo viendo tan claro...
Caminamos de la mano, a la orilla de este mar de palabras, acariciándonos con frases y poemas. Sin más contacto que el deslizar de dedos sobre el teclado y sin más vista que la fuente que elijas para seducirme…
Sé que sabes que hay dentro mío, porque vivo  caminando como libro abierto, de fácil lectura… sin demasiadas vueltas. De vos, que me lees, imagino tu cara, tu expresión… incluso que sentís al descifrar mis garabatos. Y a veces no quisiera conocer más. No quisiera perder este encanto, este hechizo mágico que hizo de la coincidencia un regalo y hasta tal vez esa respuesta a la pregunta que una se hace cada día…
¡Son tan frágiles los vínculos con las personas! ¡Tan maleable el afecto que se profesan diariamente!

Me deleita saber que estas ahí, leyéndome de ese lado.  Que yo haya dejado la ventana abierta de este torpe corazón para que espíen, con esta esperanza infantil, de que alguien pueda sentir ternura y esa tonta necesidad de cuidarme. Es adrede y hasta calculado. Y corro un gran riesgo con esto, porque me dejo vulnerable con el mundo. ¿Y sabes qué? A veces el mundo es cruel y desconsiderado. Incluso peca de soberbio y saca conclusiones apresuradas. Y trato que no importe, porque estoy decidida a hacer este mundo más sincero y sensible. Más compasivo y empático. Porque con todo el corazón quisiera que las personas se tomen más tiempo para mirarse a los ojos y los cierren cuando abracen a la persona que quieren. Que hagan más pausas al hablar, para que demos tiempo al otro a acomodarse a nosotros. Que sonriamos al desconocido y le brindemos siempre una palabra amable. 
Una palabra amable.
¡Y reconozco que es tan utópica mi esperanza!    
Supongo que mientras más seamos los que hablemos, así claramente de lo que nos pasa, será cada vez menos raro, cada vez más fácil, nos saldrá solito. Somos un universo cada uno de nosotros y ¡estamos tan llenos de matices que negamos! Nos mezquinamos tanto de nosotros mismos por no animarnos a ver… 
“la verdad nos hará libres” dijo un hombre hace dos mil años… y todavía no entendemos.

¡¡¡Adicto planeta adolescente en abstinencia!!!                     

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