Encontrar aquello que queremos decir y decirlo.
La vida esta llena de cobardías, de silencios, de pausas para
pensar, de momentos en donde uno DEBE observar bien lo que sucede
alrededor. Las consecuencias que uno va trayendo se hacen cada vez más pesadas,
y por eso somos menos apasionados, menos intensos
en el ser.
Como nuestro coraje se va desgastando a medida que vivimos,
a medida que muchas situaciones van haciendo nuestro dolor más real, más
sentido, más visceral... nos vamos endureciendo, para no volver a sentir con
esa potencia, porque tememos que en un fuego de esos podamos ver consumida
nuestra vida, nuestras ganas… lo que
somos.
Y uno tiende a alejarse, a correrse de sí mismo, a despersonalizarse un
poco.
Yo me pregunto… ¿logrando qué?
¿Quiero ser alguien qué no sufre demasiado? ¿Qué no se
arriesga demasiado? ¿Qué no siente demasiado?
Yendo en retrospectiva puedo ver que cuando una etapa de mi vida
comenzaba, la anterior era de profunda destrucción y dolor. Como rompía todo un
mundo conocido, sin saber que al mismo tiempo estaba construyendo otro.
Por
eso hoy día, cuando me encuentro pateando rumbos, volanteando repentinamente,
yendo por completo contra las reglas, contra lo esperado, desarmando lo que
conozco… curiosamente celebro mi propia capacidad de asombro.
Con una sonrisa
comprendo que me importa poco lo que “corresponde”.
Tengo mi propia Fé, y es muy grande. Tengo mis propios
parámetros, tengo mis propios principios, mi propio nivel de tolerancia, mi
propio amor y mi amor propio (que en efecto, no es lo mismo), tengo mis propios
sueños (y cambian todos los días).
Conozco qué soy, quién soy, cómo soy, cuándo
soy, dónde soy. Sé ver que el receptor de lo que digo, cambia por completo mi
mensaje. Sé que no importa como viva, siempre habrá gente a favor y en contra.
Me regocija ayudar a quien nadie quiere acercarse.
Me divierte el ridículo.
Me
entusiasma saberme invisible.
Me gusta sonreír cuando descubro a alguien más
soñando despierto.
Me da esperanza ver ternura en la violencia de tanta gente.
Así como tengo la firme convicción de que somos creadores de la vida que
llevamos. Bohemia, hippie, gitana, espíritu libre, loca!
Creo en el amor, creo en la Fé, creo en los procesos, creo
en la Verdad (cualquiera sea, la que traigas dentro), creo en intentar, creo en las
sonrisas, creo en lo simple, creo en saber mirar, creo en equivocarme, creo en la
emoción, creo en la oportunidad.
Creo en todo lo que hay en mí, y en todo lo que hay en vos, y
en vos y en vos… y también en vos que me lees al pasar. Porque, siendo esto algo
bien cercano a una carta abierta, sólo quiero decir… ¡¡Sé Valiente!! ¡¡Brillá!!
Mientras vivas, te lo ruego, sé todo lo que puedas ser.
Y será perfecto.
te felicito es hermoso simple y profundo a la vez,gracias
ResponderBorrarMuchas Gracias Nor!
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